Con la luz entrevelada te cuento un cuento, donde las verdades son mentira, donde el silencio es melodía.
Cómplice de tu mañana observo tu delicada piel, imaginando que nadie podrá rasgar con dolor tanta pureza. Déjame disfrutar de tu aroma a jabon de abuela acurrucándonos en un rincón, en el quizás mañana me recuerdes.
No quiero llorar, soy feliz, por el momento.
Genial como siempre, pero esta me gusta especialmente. Por cierto ¿los textos son también tuyos?.
ResponderEliminarun abrazo.
Efectivamente, los textos de acompañamiento son míos. ¿Te gustan?
ResponderEliminarMuchas gracias y un abrazote.
me gustan, me gustan, deberías de ponerlos tambien junto a los cuadros cuando expones.
ResponderEliminar¿Qué comentarios hacer sobre esta Obra Maestra, que no diga por si solo el propio cuadro?
ResponderEliminar¿Sabes qué? Esa mano grandota que con tanta sutileza sujeta la manita del niño, es la semejanza perfecta de quien desde el Cielo (porque no puede estar en otro lugar) y que unos "carceleros de la noche..." (ya sabes como sigue) nos lo arrancaron de nuesto lado, te está cuidando y sujetando la tuya para que sigas maravillandonos con tu genialidad.
Gracias HERMANO
Genial, chulisimo...
ResponderEliminarMe siento orgulloso de este cuadro en especial, pero más orgulloso me siento de la gente que me rodea.
ResponderEliminarGracias por ser así
que sepas que dentro de poco te va a rodear otro u otra, más ;-) un abrazo!!
ResponderEliminarQue ternura desprende este cuadro,que sensivilidad hay que tener para poder plasmar en un lienzo tanta ternura y que decir del comentario, me dejas sin palabras
ResponderEliminarGracias Gloria.
ResponderEliminarsi eres bueno pintando,mejor eres escribiendo.
ResponderEliminarcomparto el comentario de Satur. un beso
Rosa