viernes, 21 de mayo de 2010

ENTENDIMIENTO

A veces te miro y no puedo llegar a imaginar lo que se puede sentir. Cuantas veces he pedido un deseo a las hadas del agua; quisiera ser, tan solo por un día, la madre que en ti veo.
La sonrisa del bebé es contestación, estoy seguro, a esa complicidad que solo puede existir entre vosotros dos. Estoy convencido, él ha vivido en tus entrañas.
Después de tantas plegarias, me he dado cuenta con el tiempo, que no existen las hadas del agua, que no puedo disfrutar de vuestro momento.

TERNURA EN LA EXPERIENCIA























Con la luz entrevelada te cuento un cuento, donde las verdades son mentira, donde el silencio es melodía.
Cómplice de tu mañana observo tu delicada piel, imaginando que nadie podrá rasgar con dolor tanta pureza. Déjame disfrutar de tu aroma a jabon de abuela acurrucándonos en un rincón, en el quizás mañana me recuerdes.
No quiero llorar, soy feliz, por el momento.