Quiero recordar los días de viento y lluvia, acurrucado a aquella manta del Val, mientras tras los cristales imaginaba cientos de batallas al galope en mi caballo de cartón. Cuantas horas se han disuelto en el aire, para acariciarnos con el paso de las páginas amarillentas, cubiertas del polvo de deja los años. Hoy quisiera regresar a ti, he preguntado a las flores que antes veía, pues nadie respondía a mi llamada; llorosas me susurraron que nadie estará en casa, tan solo queda la belleza de tus arrugas.
Nada que decir... solo puntualizar que quien la mire ha de saber que no es real. se trata de una pintura... aunque parezca igual...
ResponderEliminargracias Mery
ResponderEliminarQue decir, observando esta obra me vuelven a la memoria aquellas imágenes placenteras y cálidas de mi niñez en la calle de la Fuente, por donde tanto jugué y tan buenos recuerdos tengo tanto de lugares como de personas. Entre ellos mi hermano, sí tu hermano con quien he vivido muchas cosas buenas...
ResponderEliminarNo es que sea curiosa por naturaleza pero me has contaminado con tu trabajo. Me he quedado con éste por la sencillez que transmite. Te felicito doblemente pues además de exponer tu obra decoras el post con una agradable lectura.
ResponderEliminarGracias María, bienvenida a mi ventana, espero que sea la tuya.
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