Hoy quiero brindar con el color de las cosas bellas y acercarme a ti para vivir intensamente en tus formas, arrancando en cada suspiro una pincelada.
Hasta mañana ... tal vez.
Han tenido que pasar muchos años para que me envenenara con la mágia de la pintura. En este periodo tardío, he experimentado un sinfin de sensaciones, que decoradas de luz y color, quiero compartir contigo.
Tantas veces he vivido el ritual y nunca me había zambullido en el cortejo del vino. Como bandera de otras tierra, de otros tiempos, siento esta trilogía de colores como un juego de adivinanzas. Espero el sonido del corcho al liberar el aroma a tierras ásperas, a manos rudas y a paciencia infinita. Por fín comienza una danza de brillos color cereza, de brillantes gotas de rocío con sabor a terciopelo, de suspiros intentando sellar en la memoria tan hermoso momento. Fúndete conmigo en este ritual, ... cuanta poesía.