Hoy, y ayer sin ir mas lejos, te he echado de menos. No se si me estarás viendo desde el otro lado del espejo, quiza te de reparo al asomarte a mi recuerdo. Hoy quiero decirte que he logrado robar su silueta al Cántaro de Jiménez, ese que tu me has regalado.
Hoy quiero decir a todo el mundo que siempre habitarás en mi espíritu, aunque ya no te veo, hoy como ayer te echaré de menos querido Martín.
La reconciliación siempre es buena. Solo hay que poner un poco de parte de cada una de las partes (...valga la redundancia...).
ResponderEliminarUn bonito regalo para quien creó el motivo que se refleja en este óleo. Chapeau!!
Unos pocos días sin parar en este rincón y veo que has aunmentado la muestra. Todos fantásticos, me gustaría ser crítico de arte para soltar alguna parrafada elegante y culta pero simplemente puedo decir que me gustan, sobre todo el de la Pza. del Grano de Leon.
ResponderEliminarUn abrazo primo, nos vemos, espero, mañana.
ME GUSTA TU MANERA DE ESCRIBIR
ResponderEliminarDESDE JAEN UN SALUDO Y FELIZ FIN DE SEMANA
Las manos que moldearon con cariño las formas de ese barro, jamás se irán, sus huellas quedan eternamente impresas en esa tierra y agua que es el germen de la vida.
ResponderEliminarEntrañable texto.
Un saludo.
Coincido que al igual que las manos que dieron formas a ese barro, jamás se irán, al igual que las profundas huellas que deja Tu Obra en todos nosotros NUNCA DESAPARECERÁ. Felicidades Hermano.
ResponderEliminarNo menos encanto que tus pinceladas tienen esas palabras de cariño hacia el maestro. El maestro Martín era un fenómeno del torno, tú lo eres con la pintura. Eso lo sabía desde que te conozco, lo que ignoraba era tu buena relación con las letras. Enhorabuena por tu trabajo. Un saludo.
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